El trauma ocular constituye una lesión física o química del ojo y hoy en día es considerado una enfermedad. Es más frecuente en varones y su mayor ocurrencia es al final de la adolescencia y después de los 70 años. Son una causa importante de pérdida de visión en países subdesarrollados. La mayor parte de los traumatismos oculares pueden prevenirse (sobre todo los laborales).
En general, cualquier objeto romo o cortante que pueda impactar al ojo puede generar un trauma ocular (pelotas, piedras, puños, agujas, cuerpos extraños metálicos, balas, etc). Los traumas oculares también pueden ser químicos, en los que se incluyen a los ácidos (ácido de batería) y a los álcalis (cal). Los traumas oculares pueden ser clasificados en abiertos (cuando hay una herida de espesor completo de la pared del ojo) o cerrados (cuando la pared del globo ocular no está rota por completo sino parcialmente).
Dependiendo de la severidad de la lesión el paciente puede presentar visión borrosa, dolor, dificultad para mover el ojo, enrojecimiento ocular; muchas veces el paciente no muestra un cuadro clínico tan dramático. Por lo que estamos obligados como oftalmólogos a examinar con mucho cuidado el ojo traumatizado.
El primer paso es realizar un examen oftalmológico bien detallado bajo anestesia tópica, ya que el ojo suele estar doloroso. Si el paciente tuvo una exposición a ácidos o álcalis el primer paso es lavar abundantemente el ojo con agua del grifo por 10 minutos. El esquema de tratamiento en los otros tipos de traumas (abiertos y cerrados) dependerá de las estructuras oculares afectadas (córnea, cristalino, iris, retina; etc). Las lesiones traumáticas más frecuentes son las heridas corneales, cataratas traumáticas, lesiones en el iris (pueden generar glaucoma), daños de la retina entre otras. Muchas veces después de un trauma ocular (sobre todo el trauma cerrado) puede haber sangre en el compartimiento anterior del ojo, eso se conoce con el nombre de hifema.
Sin duda alguna es limitar el daño causado por el trauma, y de esta manera tratar de recuperar la mayor cantidad de visión posible.
Las cirugías pueden comprender desde una simple sutura de herida corneal o escleral, hasta una cirugía de catarata traumática, reparación de iris y cirugía de retina (vitrectomía). En la foto 1 se aprecia un paciente con herida corneal más catarata traumática; en la foto 2 se evidencia la sutura de la herida corneal más la cirugía de catarata realizada por el Dr. Pedro Finol con total éxito anatómico. La recuperación visual en este caso fue de un 40%.
Foto 1
Foto 2
Se recomienda un reposo relativo con las siguientes consideraciones:
Existen tres pilares fundamentales, que el paciente debe tomar en cuenta para elegir su sitio de cirugía:
Equipos de examen ocular (lámpara de hendidura), y equipos diagnósticos como topógrafos y biometros de marcas reconocidas como Oculus®, Accutome®, Zeiss® y Bausch® Lomb®.
Para la realización de las cirugías de catarata traumática se usan microscopios de gama alta como lo es el LUXOR de Alcon®, y el LEICA®, además usamos los mejores facoemulsificadores del mundo como lo son el Centurion de la casa Alcon® y el Signature de la casa Abbott®.
Los lentes intraoculares usados solo son los mejores: los de la casa Alcon®, Physiol®, Rayner® y el Tecnis®.
** Le invitamos a ver el siguiente video en donde se explica lo que debes de hacer cuando recibes un golpe en el ojo. **