Revisión oftalmológica

Pensamos que una revisión debe entenderse como un completo estudio oftalmológico de nuestros pacientes en donde se va a tener en cuenta la edad, la fecha de la última revisión y los antecedentes familiares para conocer si ha existido o no una patología ocular previa. Una vez completado este historial médico y familiar se proceden a las pruebas.

Exploración con lámpara de hendidura 

 El oftalmólogo analiza la estructura del ojo como la córnea, el iris, el cristalino y el vítreo. Se pueden detectar cataratas cuando éstas aún no han presentado síntomas.

Agudeza visual 

 La agudeza visual es la capacidad que tenemos para enfocar las imágenes que percibimos. Por ello, mediante una tabla de lectura optométrica con figuras y letras se determina la nitidez con las que las vemos.

Refracción 

 Denominamos defectos refractivos a:

 

  • La miopía: no vemos con claridad los objetos lejanos.
  • La hipermetropía: no vemos con claridad los objetos cercanos.
  • El astigmatismo: visión distorsionada.
  • Presbicia: dificultad para enfocar los objetos cercanos.

 El especialista coloca una tabla optométrica a unos 6 metros del paciente y mediante diferentes tipos de lentes se evalúa el tipo de enfoque y obtener una graduación correcta. Tras esta prueba oftalmológica se prescribe en una receta la corrección que deberán tener los cristales de las gafas.

Sequedad ocular 

Durante el estudio también se evalúa el sistema de drenaje lagrimal para conocer la calidad y cantidad de lágrimas que segregan nuestros ojos. Esta prueba se realiza con el fin de asegurar una buena lubricación de los mismos, así como una adecuada evacuación de la lágrima.

Motilidad ocular 

Durante la exploración también se valora el movimiento de los músculos del ojo. Los resultados determinarán la adecuada, o no, posición de ambos ojos, así como su paralelismo y coordinación.

Tonometría 

Una de las partes más importantes de una revisión es conocer la presión intraocular. Mediante un tonómetro de aire sobre la córnea, sin ejercer ningún tipo de contacto sobre el ojo, se conoce de forma rápida y fiable la tensión ocular. Fundamental para el diagnóstico, control y tratamiento del glaucoma.

Fondo de Ojo 

Es un examen del segmento posterior del ojo que sirve para evaluar el nervio óptico, la retina con sus vasos sanguíneos y el área macular. Todas son estructuras importantes que captan las imágenes y las envían a través de señales nerviosas al cerebro. El fondo de ojo lo hacemos con un equipo llamado oftalmoscopio y a través de lentes especiales.

Topografia corneal (Pentacam) 

La topografía corneal es una herramienta diagnóstica computarizada que crea un mapa tridimensional de la superficie curva de la córnea. La córnea es la parte transparente más externa del ojo que tiene forma de bóveda y cuyo tamaño es similar al diámetro del iris (zona coloreada del ojo). La gran ventaja de la topografía corneal sobre otros métodos es su facilidad para detectar irregularidades corneales invisibles por medio de la mayoría de los exámenes convencionales.

Tomografía de Coherencia Óptica (OCT)

 La OCT es una técnica avanzada de imagen que ayuda a conocer el estado del fondo de ojo y, por tanto, de toda la estructura de la retina, como la mácula o el nervio óptico.

Campo visual

 Esta prueba se requiere cuando el oftalmólogo se detecta un problema en la visión central o periférica.

 

 La primera revisión oftalmológica en bebés

 

Los primeros meses de vida 

 Durante los primeros meses de vida un correcto desarrollo del sistema visual es fundamental. Por tanto, en esta primera exploración en un recién nacido se puede descartar alguna malformación, cataratas congénitas, así como la aparición de retinoblastoma.

A partir de los 3 años

 Cuando el niño tiene entre 3 y 4 años ya se considera que puede colaborar en una revisión oftalmológica para detectar a tiempo futuros casos de ambliopía u ojo vago, así como defectos refractivos.

 Entre los 4 años y la edad adolescente

 Los especialistas recomiendan una revisión anual hasta los 15 años para confirmar el buen desarrollo de nuestro sistema visual.

En algunas ocasiones las dificultades del aprendizaje o el fracaso escolar pueden ir relacionados con algún trastorno visual. Los defectos refractivos o alguna alteración en la acomodación y convergencia de ambos ojos impide el buen rendimiento escolar del niño.

La importancia de la revisión en adultos

A partir de los 45 años el 100% de la población empieza a notar que tiene dificultad para enfocar los objetos cercanos. Es lo que se conoce como presbicia o vista cansada, proceso natural que afecta al cristalino. Se caracteriza porque pierde su capacidad de acomodación y, por tanto, su flexibilidad como consecuencia del paso del tiempo. Por tanto, los expertos recomiendan, una vez aparecen estos síntomas de presbicia, una revisión anual.

Además, durante la exploración a partir de este grupo de edad que es cuando se empiezan a desarrollar problemas de diabetes o hipertensión arterial, sobre todo, una vez llegados a los 60 años, se evalúa con detalle el nervio óptico y la presión intraocular para valorar la aparición de enfermedades más graves como la degeneración macular, la retinopatía diabética o el glaucoma.